Mientras caminábamos por ese pueblo turístico que tanto deseamos visitar, Benjamin tomo mi mano y con una flor que había tomado dulcemente en el camino, empezó a  arrodillarse y con voz temblorosa me pidió que compartiera  el resto de sus días a su lado, Y entre lagrimas de alegría le dije que si aceptaba y posteriormente él me dio el anillo de compromiso envuelto en esa dulce y pequeña flor.

Querida Isabella,

A medida que nuestra boda se aproxima, quiero decirte cuánto significas para mí. Desde que nos conocimos, supe que eras la persona con la que quería compartir cada momento. Estoy emocionado de enfrentar el futuro juntos, de celebrar nuestros triunfos y apoyarnos en los desafíos. Eres mi alegría, mi fuerza y mi amor incondicional. Gracias por ser mi compañera de vida. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar.

Con todo mi amor, Benjamin